El
informe secre to que ayuda a los
israelíes a ocultar los hechos
La habilidad de los portavoces
de Israel obedece a pautas fijadas por el encuestador estadounidense Frank Luntz
ATENCIÓN: ESTE POST ES UNA TRADUCCIÓN LIBRE DE ESTE ARTÍCULO DE PATRICK COCKBURN EN EL DIGITAL "THE INDEPENDENT" AÚN NO AUTORIZADA EXPRESAMENTE POR SU AUTOR.
Los
portavoces israelíes tienen que esforzarse mucho para explicar cómo se ha matado
a más de 1.000 palestinos en Gaza, la mayoría de ellos civiles, en co mparación co n
sólo tre s civiles muertos en Israel
por Hamas co n co hetes
y fuego de mortero. Pero en la televisión, radio y pre nsa, portavoces del gobierno israelí, co mo Mark Regev, ofre cen
un aspecto mucho más astuto y menos agre sivo
que sus pre decesore s, que fre cuentemente
se mostraban indifere ntes ante el
número de palestinos muertos.
Hay
una razón para esta mejora en la práctica de las re laciones
públicas de los portavoces israelíes. A juzgar por lo que dicen, están
siguiendo una estrategia basada en un estudio profesional, bien documentado y co nfidencial sobre
la manera de influir en los medios de co municación
y la opinión pública en Estados Unidos y Europa. Escrito por el experto encuestador
y estratega político re publicano Dr. Frank Luntz, este trabajo fue
encargado hace cinco años por un
grupo llamado The Israel Project, co n
oficinas en EE UU. e Israel, para ser empleado por aquellos «que están
en la vanguardia de la lucha en la guerra mediática co n
Israel».
Cada
una de las 112 páginas del libro tiene la indicación «no distribuir ni publicar», y
es fácil entender los motivos. El informe de Luntz, titulado oficialmente «Diccionario del idioma mundial de 2009 del Proyecto Israel» (The Israel project's 2009 Global Language Dictionary), fue
filtrado casi de inmediato a Newsweek Online, pero su verdadera importancia apenas
fue apre ciada. Debería ser lectura
obligatoria para todos los intere sados,
especialmente periodistas, en cualquier aspecto de la política israelí debido
a los co nsejos sobre «qué deben hacer y no hacer» los
portavoces israelíes.
Las re co mendaciones dejan muy clara la bre cha existente entre lo que re almente cre en los funcionarios y los político s israelíes y lo que dicen, esto último minuciosamente matizado por sondeos para determinar lo que los estadounidenses quiere n oír. Ciertamente, ningún periodista que entre viste a un portavoz israelí debería hacerlo sin haber leído antes esta re lación de muchos de los temas y frases empleados por el Sr. Regev y sus co mpañeros.
El
folleto está lleno de enjundiosos co nsejos
sobre la forma en que deben moldear sus
re spuestas a las difere ntes audiencias. Por ejemplo, el estudio dice que «los
estadounidenses aceptan que Israel “tenga dere cho
a unas fronteras defendibles”, pero la co sa
no mejora al definir exactamente cuáles deben ser esas fronteras. Hay que
evitar re ferirse a las fronteras en
términos de pre - o post-1967, ya que
esto sólo sirve para re co rdar a los estadounidenses la historia militar de
Israel. El apoyo al dere cho de
Israel a defender sus fronteras, por ejemplo, cae de un magnífico 89 por ciento a menos del 60 por ciento cuando se
habla de ellas en términos de 1967».
¿Y
qué decir del dere cho al re torno de los re fugiados
palestinos que fueron expulsados o huyeron en 1948 y en los años siguientes,
y no se les permite re gre sar a sus hogare s?
En este caso, el Dr. Luntz ofre ce co nsejos sutiles para portavoces, cuando afirma que «para
los israelíes, el dere cho al re torno es un tema difícil de co municar
de manera efectiva, porque gran parte del lenguaje israelí re cuerda a las palabras "separados pero
iguales" de los segre gacionistas
de 1950 y los defensore s del
Apartheid en la década de los 80. El hecho es que a los estadounidenses no les
gusta, ni cre en, ni tragan el co ncepto de “separados pero iguales“».
Entonces,
¿cómo deben los portavoces enfre ntarse
a lo que el libro admite que es una pre gunta
difícil? Deberían denom inarla una «exigencia»,
co n el argumento de que a los
estadounidenses no les gusta la gente que plantea exigencias. «Después,
decir que “los palestinos no están co ntentos
co n su propio estado, y ahora exigen
territorio dentro de Israel”». Otra sugere ncia
para una re spuesta efectiva es afirmar
que el dere cho de re torno podría llegar a ser parte de un acuerdo
final «en algún mom ento en el
futuro».
El Dr.
Luntz co nstata que los
estadounidenses en general tienen miedo de la inmigración masiva hacia los EE UU,
por lo que la mención a la «inmigración palestina masiva» hacia Israel se
les atraganta. Si nada de esto funciona, habría que decir que el re torno de los palestinos «descarrilaría los
esfuerzos para lograr la paz».
El
informe Luntz fue escrito a raíz de la Operación Plomo Fundido en diciembre de 2008 y enero
de 2009. En ella murieron 1.387 palestinos y nueve israelíes.
Hay
todo un capítulo sobre «Aislar el Hamás re spaldado por
Irán co mo un obstáculo para la paz».
Desafortunadamente, el 6 de julio se inició la operación Margen Protector, planteando
un problema para los propagandistas israelíes, porque Hamas se había distanciado
de Irán en la guerra en Siria y no tenía co ntacto
co n Teherán. Las re laciones amistosas se han re anudado
en los últimos días —gracias a la invasión israelí.
Una
gran parte de las re co mendaciones del Dr. Luntz versan sobre el tono y la pre sentación
del caso israelí. Afirma que es absolutamente crucial re zumar
empatía hacia los palestinos: «Las personas “persuadibles” [textual] no se pre ocupan de cuánto sabes hasta que notan cuánto te importan; por tanto, demuestra
empatía hacia AMBAS partes». Esto puede explicar por qué muchos portavoces
israelíes apare cen al borde del
lagrimeo, mientras narran la difícil situación de los palestinos al ser machacados
por las bom bas y los proyectiles
israelíes.
En
una frase en negrita, subrayado y co n
mayúsculas, el Dr. Luntz dice que los portavoces israelíes o los lídere s político s
no deben nunca justificar ni lo más mínimo «la masacre
deliberada de mujere s y niños
inocentes» y deben desafiar agre sivamente
a aquellos que acusan a Israel de ese crimen. Los portavoces israelíes se
empeñaron a fondo en ser fieles a esta pre scripción
cuando 16 palestinos perdieron la vida en un refugio de la ONU en Gaza el pasado jueves.
Hay
una lista de palabras y frases que deben ser utilizadas y una lista de las que
hay que evitar. La de Schmaltz es la más utilizada: «La mejor manera, la
única manera, de lograr la paz duradera es lograr el re speto
mutuo». Sobre todo, debe destacarse en todo momento el deseo de
paz de Israel co n los palestinos,
porque esto lo que los estadounidenses quiere n
que suceda de forma abrumadora.
El Dr.
Luntz cita co mo ejemplo de «frase
co n gancho» israelí efectiva», la
que dice: «Quisiera dirigirme en co ncre to a las madre s
palestinas que han perdido a sus hijos. Ningún padre
debería tener que enterrar a su hijo».
El
estudio admite que el gobierno israelí re almente
no quiere una solución de dos
estados, pero señala que esto debe disimularse, porque el 78 por ciento de los
estadounidenses tampoco desean esa
solución. Hay que resaltar el deseo de una mejora eco nómica
de los palestinos.
El
primer ministro Benjamin Netanyahu co nsiguió
un elevado grado de aprobación cuando dijo que «es hora de que alguien pre gunte a Hamas: ¿qué estáis haciendo para llevar la
prosperidad a vuestro pueblo?». Cuesta cre er
la hipocre sía de esto: son los siete
años de bloqueo eco nómico israelí los que ha re ducido
la franja a la pobre za y la miseria.
En todos los casos, la pre sentación
de los hechos por los portavoces israelíes se orienta a dar a americanos y europeos la impre sión de que
Israel quiere la paz co n los palestinos y está dispuesto a co mprom eterse
en lograrlo, cuando todas las pruebas apuntan a que no lo hace. A pesar de que
no fue co ncebido co mo tal, poco s
estudios más re veladore s se han escrito sobre
el moderno Israel en tiempos de guerra y paz.